Nos puede pasar a todos.

 

Quiero dedicar esta entrada a un conocido que me he encontrado por casualidad esta mañana. Y la verdad, viéndolo como lo he visto ni lo había reconocido. Está mal, tanto física como psicológicamente.

Al preguntarle la típica frase “¿como te va?” casi se me echa a llorar. Y tiene motivos. Resulta que, por circunstancias de la crisis su empresa, una empresa solida, fuerte, con x años de historia… se ha venido abajo, casi de la noche a la mañana. Esto ha arrastrado a los 64 trabajadores directos que tenían, gente que llevaba mas de 15 años en la misma empresa al paro. El problema es, que la mayoría de ellos supera con creces los 40 y estando el patio como está, no encuentran trabajo. Este conocido, se compró su primera vivienda hace tan solo 7 años… y tiene su hipoteca. Y tiene 3 hijos. Y las facturas, los gastos mensuales y todo aquello necesario para vivir. Problema, no hay ingresos mas que lo que da el desempleo. Me dice que lo descartan por la edad, ni lo llaman para entrevistas Hace tres meses ya aceptaba CUALQUIER trabajo, pero ni con esas ha conseguido un mínimo de continuidad laboral. Esta muy desesperado, ve los meses pasar y el desempleo agotarse y tiene 3 bocas que alimentar.

Es algo que quizás, los que estamos trabajando y que tenemos esa SUERTE, no valoramos. NUESTRO TRABAJO. Por eso creo que NO VALE relajarse. NO CONFIEMOS en que la empresa, sin TRABAJAR, sin nuestro ESFUERZO sale adelante. Ya no solo por cada uno de nosotros, por nuestro futuro, sino por todas esas personas QUE NO TIENEN LA SUERTE de tener un trabajo. No seria justo que yo me acomodara en la “seguridad” de mi empleo.

Creo que se lo debo a este conocido y a los que están en una situación parecida.

Se que no vas a leer esta entrada, porque ni te imaginas que estoy escribiendo sobre ti. Espero que tengas toda la suerte del mundo y que pronto encuentres esa solución que anhelas para tus problemas, algo tan “simple” como un EMPLEO.