He de reconocerlo. Yo también juego a Fornite, pero sobre todo lo
hago por las risas que echo con los amigos que no tengo cerca y que me permite
"reunirnos" e incluso hablar de otras cosas. Por ello, conozco los
requisitos mínimos y recomendados del juego, que periféricos son mejores y toda
la parafernalia que rodea al mismo.
Un amigo me comentó que
necesitaba un PC para que su hijo pudiera jugar sin problemas al juego en
cuestión. Le pasé la configuración recomendada...y me pone pegas. Que es muy
caro, quiere gastarse menos.
Bajo las prestaciones y puse un
PC con prestaciones inferiores y con unos periféricos menos reconocidos, no los
ideales para el caso pero, cumplen bastante bien.
Nada, parece que mis dotes comerciales se esfumaron. Que aún es
alto.
Voy a características mínimas y el teclado y ratón, el más común,
sin florituras. Monitor estándar de 18.5”. Perfecto, me dice, esto si es lo que quiero (por precio), me dice
mi amigo.
¡Ay, pájaro! Me llama al poco. Su hijo ya no solo juega a Fornite,
sino que a otros triple A. Con lo que la configuración gráfica da, pero a
resoluciones bajas… y claro, es un PC nuevo de GAMING.
Le recuerdo amablemente, que ofrecí una solución adecuada 2 veces y las rechazó el. Le insto a que vaya pensando en invertir en una gráfica nueva, más memoria y ya de paso, en mejorar ese monitor. La respuesta aún resuena en mi cabeza. “Que siga dándole fuerte al Fornite”
Le recuerdo amablemente, que ofrecí una solución adecuada 2 veces y las rechazó el. Le insto a que vaya pensando en invertir en una gráfica nueva, más memoria y ya de paso, en mejorar ese monitor. La respuesta aún resuena en mi cabeza. “Que siga dándole fuerte al Fornite”
Cuestión de prioridades.