miércoles, 27 de marzo de 2019

Cuando estamos equivocados

Una de las ventajas de mi puesto de trabajo, es que participo en decisiones que para mi son importantes. Una de ella es la de adquisición y distribución de productos. 

Suelen ser reuniones bastante participativas, en las que exponemos nuestras opiniones basadas en conocimientos, experiencias, feedbacks de otros productos similares, estudio de la competencia.... y un poco de valentía.

Porque cuando innovas, corres el riesgo de ser un adelantado, trabajar para ser el primero no siempre garantiza el éxito y esto, ya nos ha ocurrido un par de veces. Lo peor, que siempre te queda la sensación de allanarle el camino al que te copia la idea, ve que lo has lanzado primero y haces el trabajo más duro.

Pero realmente quiero hoy contaros porque el título de la entrada. Nos equivocamos y no escuchamos. A veces, la opinión de un mando superior, aunque sea un especialista, no es no solo la correcta, sino que condena al producto a una característica inferior o no deseada cuando optas por opciones diferentes. Y esto nos ocurrió hace poco. 

Es un producto que aun no hay un standard en el mercado y cada fabricante hace su conexión. Mientras yo y otros compañeros abogabamos por hacerlo compatible con dos fabricantes, abriendo el abanico de ventas, el responsable técnico mantenía que "esos fabricantes apenas tenían ventas". 

Yo siempre digo, "zapatero a tus zapatos". Si yo no entro en disquisiciones técnicas (conste que la conexión no lo era) porque no dispongo de la información... ¿porque tú entras en ventas? ¿sabes cuanto vende cada fabricante? ¿Y el día de mañana? 

Al final, la lógica ganó. Se hará con la compatibilidad. No podemos establecer un standard y perder opciones por la obcecación de una persona que no conoce los datos, no lleva a nada bueno.

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