Colaboración: Como no comenzar un negocio.

Un lector, me envía este correo (he omitido nombres para preservar su identidad)

“Yo era una persona feliz. Tenía mi trabajo, bien remunerado y muchos planes de futuro. A principios de enero, mi empresa presenta suspensión de pagos y nos vamos a la calle. Como tuve suerte y pude cobrar más unos ahorros que tenía, me decidí a emprender. Mi vida ha sido siempre en torno a los ordenadores, con lo que vi fácil la oportunidad de abrir una tienda de informática, a pesar de las voces que me decían que no lo hiciera. Estudié diferentes opciones y pensé que lo mejor era franquiciarme, por las ventajas que me suponía. Que error mas grave cometí. Primero porque me han sacado los cuartos como han querido. Segundo, porque el margen que me deja para vender es absolutamente ridículo. He llegado a vender una memoria con un 3 % de beneficio. Y los portátiles ni te cuento. Sobre todo, estoy impaciente porque acabe el contrato y darle la patada a esta gente. He pensado lo que me dijiste en el correo (se dirige a mi, Kinestesico) y creo que tienes razón, tampoco debería “franquiciarme” con un mayorista. Es el mismo error, con diferente nombre. Si es cierto que ellos no me piden canon de entrada, pero claro, lo que tengo que pagar por publicidad y además con unos precios no competitivos, no me deja margen de maniobra.

Espero que difundas este correo. Que los que piensen en abrir un negocio como el nuestro, que no se franquicia.”

Solo añado, a lo comentado por el lector lo siguiente. Nunca entenderé a los clientes que le compran a mayoristas franquiciadores y que además, NO SON FRANQUICIA de este. Alimentas a tu competencia indirectamente.