Y te cogen el brazo entero. Hay dos frases que suelo repetir todos los días. “Nos pierden las formas”… esta es por el stress acumulado por mis compañeros y mía propia (es duro ser comercial de un mayorista de informática) y sus respuestas cortantes y salidas de tono. La segunda, la que viene al pelo de esta entrada. “La confianza da asco”. Tengo clientes que llevan mucho con nosotros. Desde el comienzo prácticamente. No nos han fallado nunca y no hemos tenido ningún problema con ellos. Pero uno, uno de ellos me ha demostrado que hay que tener cuidado sobre quien depositas tu confianza.
El asunto es que un cliente, mando a su técnico a comprar un articulo de poco valor, una urgencia. El técnico iba directo a una empresa, que estaban esperándolo para reparar un equipo importante. Me llama el cliente y me dice que el técnico no lleva dinero, y que esa misma tarde el mismo se iba a pasar a pagar la pequeña cuantía. Hablamos de 37 €. Dado el historial del cliente con nosotros, procedemos a dejarle que se lo lleve, excepcionalmente. Aclarar que en nuestra empresa, si un cliente es autorizado por un comercial a llevarse un producto o material sin pagarlo, es el comercial el que responde con SU DINERO en caso de impago, por lo que os imaginareis las ocasiones en que esto ocurre… casi ninguna.
Pues el cliente, no se pasó esa tarde. Ni al día siguiente. Procedo a llamarlo. Me dicen que ha salido de viaje que no volvería en 2 días. Le explico al interlocutor la mísera situación de los 37 €. Me dice el interlocutor que el solo es un empleado, que el tema monetario, su jefe.
A los 2 días procedo a llamar al sinvergüenza (ya me olía mal el asunto) y no consigo contactar con el. Procedo a enviar un email con la corrección que mi indignación me permite exigiéndole el pago de los 37 €.
Sorpresa, al día siguiente me llama, no para disculparse, para decirme que viene a pagar… ¡¡¡ para comprar otro material !!! Le digo, claramente SI NO SE ACUERDA DE LO QUE NOS DEBE… Parece ser que se le refresca la memoria y se disculpa en voz baja ( encima le cuesta disculparse) Que viene. Esto ocurrió ayer por la mañana. Lo esperé todo el día. Hoy no se como lo voy a llamar… pero creo que ME VAN A PERDER LAS FORMAS.
Si es que “ La confianza da asco”…
Ni un duro.
ResponderEliminarBuenas,
ResponderEliminarPues he de decir que yo me encuentro en una situación parecida con una conocida. Me encargó una web y precisamente debido a su condición de familiar no le pedí adelanto como suelo hacer. En mi contra, he de decir que es una persona acostumbrada a que todo le salga gratis, pero en mi defensa diré que hasta en 3 ocasiones le diré que la web tenía un coste y que no era negociable. Si quería lo cogía y si no, no pasaba nada.
Pues no pagó el dominio, no pagó el hosting, ni tampoco la web. Tuve que cortarla el grifo este verano, y todavía llamó todo extrañada para ver por qué se le había cortado (y eso que había recibido un email avisando de este hecho 1 mes antes).
Estos casos a veces pasan, y casi siempre de alguien que no te esperas. De los desconocidos se protege uno mismo, pero de los pseudo-amigos y familiares mal entendidos es difícil protegerse en todos los casos.
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